¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?
La próstata es una glándula cuya función es la de producir una secreción que forma parte del semen. Se encuentra situada a la salida de la vejiga, rodeando la uretra, por lo que cuando la próstata aumenta de tamaño, cosa que ocurre de forma habitual con la edad por la influencia hormonal, termina obstruyendo la uretra y por tanto dificultando la salida de orina. Este crecimento benigno se denomina hiperplasia prostática benigna.
¿Cómo se trata la hiperplasia prostática benigna?
Existen dos tratamientos para esta enfermedad, por un lado tratamientos médicos que logran disminuir la presión que ejerce la próstata sobre la uretra y en otros casos incluso reducir parcialmente su volumen. Por otro lado existen los tratamientos quirúrgicos.
Mediante esta novedosa técnica se realiza el tratamiento del creciento prostático mediante la inyección vía transuretral, sin abrir, de vapor de agua. De esta forma se logra reducir el tamaño de la próstata y por tanto la obstrucción que genera, de una forma segura, evitando los inconvenientes de los tratamientos quirúrgicos convencionales. Evitamos el riesgo de sangrado y cualquier tipo de alteración realicionada con la sexualidad, tales como impotencia e incluso eyaculación retrógrada, que aparecen incluso cuando realizamos tratamiento con láser.
Ventajas del tratamiento Rezum
La intervención mediante cirugía convencional, con resección transuretral, tiene el inconveniente del sangrado prostático. La perdida de sangre puede llegar a ser muy importante, tanto en la propia cirugía como en los días posteriores a la intervención, llegando a requerir transfusiones sanguíneas. La cirugía láser mejora a la cirugía convencional, pero no deja de ser un tratamiento quirúrgico que también requiere un tiempo de quirófano prolongado, produce alteraciones en la eyaculación (eyaculación retrógrada), además de la limitación cuando se trata de próstata de mayor tamaño.
El tratamiento con Rezum se realiza en apenas unos minutos, y el riesgo de la técnica es mínimo, por lo que nos permite su aplicación en practicamente cualquier tipo de paciente sin importar patologías o edad. Pacientes mayores que eran inoperables pueden beneficiarse de esta técnica, así como pacientes jovenes que no quieran ver comprometida su actividad sexual.